A 41 años del lanzamiento del Operativo Independencia

El 5 de febrero de 1975 un decreto de un gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón ordenaba la ejecución de un operativo bélico con despliegue de tropas en una llamada “zona de operaciones militares”  de nuestra provincia con el fin de "neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos".

Nacía así el Operativo Independencia con el cual se pasó de la persecución política y violencia institucional, de los grupos paramilitares y el uso de técnicas varias de represión ilegal,  a la primera versión integral del terrorismo de Estado en nuestro país.

Desde el comando del Operativo, asentado en esta ciudad de Famaillá se desarrolló junto a operaciones bélicas acotadas, otras de tipo netamente terrorista que tuvieron, estas sí, un carácter masivo.

Eso explica la militarización absoluta de la provincia más allá de los límites de la zona de operaciones con más de 4000 militares y un número también elevado de fuerzas de seguridad, algo que excedía largamente el presupuesto de combatir a un puñado de guerrilleros. También revela el poder paralelo y no inferior del comandante militar frente a las autoridades políticas, elegidas por el voto popular. El genocida Adel Vilas (de él hablamos) confiesa en sus memorias la autoría de no pocas atrocidades producto del método que él impuso el cual provino de la aplicación de la doctrina militar francesa que desarrolla y lleva a la práctica la idea de guerra moderna o contrainsurgente y cuya arma fundamental no es otra que la tortura. La doctrina de la llamada “escuela francesa” se complementaba con el refuerzo de instrucción que se recibía en las Escuelas de las América de Estados Unidos,  doctrinas que se enseñaron por décadas a los militares y sus métodos fueron parte de los manuales castrenses argentinos y de la región. Así, la secuencia completa de secuestro, traslado, tortura sistemática, asesinato y desaparición de cuerpos se practicó por primera vez en nuestra provincia y la escuela “Diego de Rojas” fue el primer ámbito físico dedicado exclusivamente a la práctica del terrorismo de Estado: surgía así nada menos que el primer CCD de la Argentina.. Según declaraciones de los propios represores en menos de un año pasaron por este lugar 1507 personas por ser sospechosas de mantener una relación estrecha con quienes los militares definían como “el enemigo”.

La acción psicológica del terrorismo de Estado utilizó e impuso el uso del concepto  “subversión” y  sus derivados.  La determinación de lo subversivo atravesaba todas las operaciones militares que incluía  el suplicio y la muerte a quienes no compartían el pensamiento impuesto. El concepto de guerra contra la subversión contenía el ordenamiento y disciplinamiento de las distintas esferas de la vida social “civil” y de los ciudadanos mismos. En la provincia de la FOTIA y de los Tucumanazos, había mucho por ordenar y no perdieron el tiempo. Más de la tercera parte de las desapariciones y ejecuciones de esta provincia se produjo antes del 24 de marzo de 1976, una proporción que duplica holgadamente el promedio nacional para el mismo período. Tempranamente, Tucumán se convirtió en un inmenso coto de caza y sus ciudadanos, en aterrorizadas presas.

“Todos somos subversivos” es el título de un libro que ratifica la masividad con que se torturó y se dio muerte a miles de ciudadanos privados de todo derecho por la persecución de sus defensores y la complicidad de jueces y demás funcionarios judiciales. Así, toda la provincia fue el ámbito de la “operación piloto” del genocidio. Una operación que luego se extendió territorialmente y creció cuantitativamente a imagen y semejanza de lo que aquí comenzó.

 

El modelo inaugurado en Famaillá no fue la única pero sí la principal herramienta de la que luego se valió la dictadura cívico-militar para someter, como nunca antes, al pueblo argentino y expoliar a los sectores populares en beneficio de los intereses del capital concentrado. Al cabo de los años serían cientos los espacios clandestinos que se sumarían bajo funciones similares si no idénticas a la de la “Escuelita de Famaillá”. Fue el genocida Bussi, sucesor de Vilas en el mando del operativo, quien encabezó esa etapa en nuestra provincia para multiplicar exponencialmente la estructura y la acción represiva y extenderlas a otras de la región.

Tras el Operativo Independencia, este lugar fue asignado a su fin original de escuela pública. Sin embargo, por largas décadas el miedo y el silencio quedaron flotando en esta ciudad.

Hace unos años la organización de los familiares y víctimas de la zona fue el origen de un proceso que culminó recientemente cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner designó a este sitio “lugar histórico nacional” dando paso a la inauguración de un Espacio para la Memoria que debe funcionar como ámbito de homenaje a las víctimas y de condena a los crímenes de lesa humanidad y desde donde se debe promover y fortalecer los valores de la democracia y los derechos humanos.

Por eso, los organismos de derechos humanos, que tenemos años de construcción social y política de conceptos como “memoria”, “verdad”,  “justicia” advertimos hoy, con alarma, que el nuevo gobierno de nuestro país, pretende actualizar ideas, conceptos, palabras, que nos retrotraen a aspectos de la trama con que se tejió el llamado “Operativo Independencia”…un ejemplo de ello es establecer la “emergencia en seguridad” que nos suena a  un operativo independencia aggiornado. Tenemos sobrada razones para alarmarnos y ponernos en guardia si  a la luz de las medidas económicas y administrativas implementadas hasta ahora,  las luchas sociales  se las pudiera terminar conceptualizando como “la subversión” de aquellos tiempos, o que  los nuevos subversivos sean los actuales desocupados producidos tras 60 días de gobierno macrista.  

Ante estas realidades, las antiguas y las nuevas, las organizaciones de derechos humanos consideramos que debemos unirnos más que nunca para defender, ocupar y abrir los sitios que hemos venido recuperando para la memoria de nuestro pueblo.

 - Por todo eso y porque por este lugar pasaron 2000 víctimas y sin que haya un solo condenado por los horrendos crímenes que aquí se cometieron…
- Porque tras 41 años,  en  los que se han  interpuesto todos los obstáculos y dilaciones imaginables, reiteramos que los tiempos biológicos de víctimas y victimarios se agotan…
- Porque la reparación moral de las víctimas es imprescindible…
- Porque la memoria busca siempre a la justicia…

Los organismos y militantes de Derechos Humanos de Tucumán  exigimos que indefectiblemente se dé cumplimiento a la resolución del TOF de Tucumán que fija la fecha del 5 de mayo de 2015 para el comienzo del juicio oral y público de la primera parte de la megacausa Operativo Independencia.

¡JUSTICIA YA!

CÁRCEL COMÚN Y EFECTIVA PARA LOS GENOCIDAS
30000 COMPAÑEROS DETENIDOS-DESAPARECIDOS ¡PRESENTE!

APDH Tucumán – Asociación Madres de Plaza de Mayo, filial Tucumán – HIJOS Tucumán – ANDHES –Asociación de ex Presos Políticos de Tucumán - Fundación Memorias e Identidades del Tucumán – Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Psicólogos de Tucumán Agrupación de Ex presos políticos -