Carta al Dr. Fernando de la Rúa

Buenos Aires. 20 de setiembre de 2001
 
Al Sr. Presidente de la 
República Argentina
Dr. Fernando de la Rúa
S/D
 
Buenos Aires. 20 de setiembre de 2001
 
De nuestra mayor consideración: 
 
Ante la realización de una Asamblea General extraordinaria de la ONU para considerar la situación derivada de los ataques terroristas del 11 de setiembre último en Estados Unidos, consideramos pertinente hacerle conocer nuestros puntos de vista a Ud. al Sr. Ministro de Relaciones Exteriores y al titular de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados. Igual que la mayoría de pueblos y gobiernos no hemos dudado en condenar los crímenes del terrorismo, ajenos y contrarios como método y conducta política a nuestra trayectoria en defensa de los derechos humanos. Hemos sido como pueblo víctimas de varias formas del terrorismo, desde el que aplicó como sistema la última dictadura militar del siglo XX hasta los que demolieron las sedes de la embajada de Israel y de la mutual AMIA, pero nunca el dolor y la indignación hicieron ceder nuestra voluntad a las
tentaciones de la venganza o de la justicia por mano propia. 
 
Siempre hemos reclamado verdad, justicia y castigo a los culpables y seguiremos reclamando debido a las firmes convicciones que nos guían: la defensa de los derechos humanos como el mejor soporte de un destino nacional capaz de ofrecer consuelo a las heridas abiertas, de prevenir la violencia irracional y de garantizar libertad, justicia y bienestar a todas las personas de buena voluntad que habiten este suelo. Así interpretamos el mandato civilizatorio de nuestra historia como nación y el mejor legado para las futuras generaciones. 
 
Antes que nosotros, al final de la II Guerra Mundial, los representantes del mundo que aprobaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos y definieron en el primer artículo de la Carta de la ONU, en nombre de "nosotros, los pueblos", los propósitos esenciales: lograr por medios pacíficos el arreglo de controversias y alentar en general un comportamiento que sea conforme a los principios de la justicia y del derecho internacional. En síntesis: el irrenunciable compromiso por la paz del mundo.
 
La nueva era de la mundialización no es motivo suficiente para enmendar aquel compromiso y, por el contrario, lo vuelve más perentorio y apremiante para enfrentar a las emboscadas del terror y de la injusticia. Argentina, además, tiene orgullosos precedentes doctrinarios y prácticos con los que contribuyó a la paz universal y el respeto de pueblos y naciones. Dolorosamente los argentinos aprendimos, en el conflicto armado por la soberanía de las islas Malvinas y en los mencionados terrorismos fanáticos ya padecidos, que la lógica excluyente de amigo-enemigo favorece al más fuerte en lugar de proteger a los más débiles. Rechazamos también que una decisión sobre la guerra y la paz pueda ser motivo de especulaciones de oportunidad, tal cual pretenden los que quieren usufructuar el dolor de otros para obtener favores y concesiones mercantiles y financieras en provecho propio. 
 
Con estos antecedentes a la mano, solicitamos que la Argentina se comprometa en el ámbito y con las decisiones de la Organización de las Naciones Unidas contra el terror, cualquiera sea su origen, a partir de esos principios y de esos mandatos que, por lo demás, corresponden al sentimiento mayoritario en la población, según consta en todas las encuestas de opinión pública realizadas en estos días. Ninguna pretensión revanchista, aunque pueda presentarse con explicaciones de todo tipo, puede suplantar las vías de las respuestas legítimas y legales al odio, al fanatismo, al racismo y la xenofobia. Contra la muerte, la vida. Contra la guerra, la paz. Contra la venganza, la justicia. Contra la lógica polarizada de amigo-enemigo, la cooperación multilateral. Saludamos a Ud. con la consideración debida a su investidura y a su responsabilidad en estas horas tan difíciles. 
 
Atentamente,
 
P/La Comisión Directiva de la 
Asamblea Permanente por los Derecho Humanos:
 
Aldo Etchegoyen
Co-Presidente
 
Alfredo Bravo
Co- Presidente
 
Susana Pérez Gallart
Co-Vicepresidenta
 
Horacio Ravenna
Co-Vicepresidente