OPERATIVO INDEPENDENCIA 50 AÑOS 1975 - 2025

APDH Nacional

Hace precisamente medio siglo, en los inicios de febrero de 1975, se iniciaba el capítulo más cruento y sangriento de la historia de Tucumán.

Lo llamaron “Operativo Independencia” y si bien se presentó como una gran fuerza de ocupación bélica enfrentando a un pequeño frente de guerrilla rural en sectores del monte tucumano, en hechos se trató de la puesta en práctica en nuestras tierras de las doctrinas de terrorismo de Estado elaboradas por potencias coloniales.

A este desarrollo le debemos el triste privilegio de haber tenido el primer campo clandestino de detención del país: la “Escuelita de Famaillá”. El campo clandestino de concentración (CCD) era el lugar adonde llegaban las personas detenidas clandestinamente par ser interrogadas bajo tortura y sin obstrucciones ni plazos. Allí recibían una sentencia que a menudo era definitiva. Sea cual fuera la decisión que tomaran los represores, el sufrimiento estaba asegurado: frío o calor, pero siempre hambre y sed, humillaciones, violencias de todo tipo, torturas y violaciones eran moneda corriente. De estos centros clandestinos, ámbitos centrales del terrorismo de Estado, la provincia llegó a tener decenas.

Tal proliferación no se explica si no es por la masividad de la represión ilegal y clandestina que comprometió no sólo a militares sino también a fuerzas de seguridad y civiles. Queda claro que el objetivo no eran exclusivamente los contados guerrilleros que en algún momento logró convocar el PRT-ERP sino que se reprimió duramente a un número inmensamente superior de trabajadores, estudiantes, campesinos, maestros, periodistas, profesionales y hasta soldados conscriptos. Durante   el año que duró la ejecución de este experimento represivo, que luego sería aplicado por la dictadura a lo largo y ancho del país, varios centenares de hombres, mujeres y niños fueron asesinados y desaparecidos en tierras tucumanas. También sabemos que, además de los asesinatos, torturas y violaciones, los represores tomaron su botín de guerra mediante saqueos, usurpaciones y robos de niños.

Lo sabemos por la abundancia de elementos que nos dan certeza de ello. Lo sabemos también por el frondoso cúmulo de prueba documental, análisis médico-forenses, exhumaciones y otras pericias. Y lo sabemos, definitivamente, porque fueron cientos los testimonios guardados por años y años en doloridos pechos los que pudieron hacerse palabras y lágrimas en el recinto y frente a los jueces.

Las dos megacausas que al cabo de décadas de impunidad sirvieron para condenar a decenas de represores, dejaron amplia y definitivamente probado que en Tucumán se cometieron numerosos y diversos delitos de lesa humanidad como parte de la acción del terrorismo de Estado.

Tras muchos años de lucha y dolor afirmamos sin temor a equivocarnos que no existe la menor duda sobre esa verdad que hemos alcanzado mientras reconstruíamos y sosteníamos la democracia. Verdad que si en algo debe ser completada lo será el día que sepamos dónde están nuestros desaparecidos y qué nombres tomaron las vidas de aquellos hijos e hijas que siguen privados del amor de quienes los buscamos incansablemente.

Ese sería la única verdad que pueden y deberían sumar aquellos que siguen negando el genocidio cometido en nuestro país y que, montados ahora sobre la nueva ola de violencia, han abandonado el trillado eslogan de la reconciliación y reclaman, lisa y llanamente, la impunidad de los genocidas.  Esta vez están acompañados por una nueva camada de agentes del odio que han brotado por la prédica y el aliento que reciben desde la cima del poder estatal y que nos amenazan mientras profanan a diario las expresiones de la Memoria y otras luchas justas.

A ellos y a todos les decimos que, a pesar de que un día no estaremos más sobre esta tierra, no podrán vencer la persistencia y obstinación que mantenemos firmes al cabo de medio siglo de lucha porque ya nuevas generaciones sostienen con sus manos y sus corazones las banderas de MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA.

 

30000 ¡PRESENTES! ¡AHORA Y SIEMPRE!

 

                                      

     Eduardo Tavani                    Paula Topasso                     Mariela Pérez Cisneros

   Presidente APDH                  Presidenta APDH                     Presidenta APDH