Declaración conjunta de la sociedad civil sobre el aborto al CDH 54
A pesar de los 30 años de la Declaración de Viena, el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva para todas las mujeres, niñas y personas embarazadas está todavía muy lejos de ser una realidad. La salud y los derechos sexuales y reproductivos se tratan como una cuestión aislada, con una relevancia limitada para la mayoría de las personas. Sin embargo, la falta de acceso a servicios e información sobre SSR, incluyendo la anticoncepción, la educación sexual integral y el aborto, es una violación a las normas de derechos humanos. Esto afecta a millones de personas en todo el mundo, y de forma desproporcionada a las personas históricamente marginadas del Sur y del Norte Global.
Algunos de los obstáculos que los Estados tienen que abordar son la criminalización de los proveedores, las mujeres, las niñas, las personas embarazadas y las personas que proporcionan información o acompañan a otras a abortar, el estigma del aborto, la falta de disponibilidad de toda la gama de opciones1, las autorizaciones de terceros, el requisito de múltiples firmas de los trabajadores sanitarios, los límites gestacionales poco realistas, el tiempo de espera obligatorio y los costes prohibitivos. La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto el impacto de la constante desfinanciación y la falta de prioridad de la salud en general y de la SDSR en particular, y dio lugar a nuevos recortes presupuestarios en materia de salud a medida que los Estados aplicaban un modelo empresarial de recuperación económica. "Por ejemplo, más del 54% de los países que tienen previsto recortar su presupuesto de protección social en 2023 como parte de las nuevas medidas de austeridad ya ofrecen ayudas mínimas o nulas a la maternidad y la infancia"2.
El gasto público en sanidad y los sistemas sanitarios universales no pueden perder prioridad. De hecho, varios estudios los relacionan con un mayor bienestar3. Sin embargo, las medidas impuestas desde el exterior, como la austeridad y la consolidación fiscal para el pago de la deuda, han puesto a los sistemas sanitarios en una crisis extrema. Al mismo tiempo, las lecciones de la pandemia se olvidan mientras los países se enfrentan a nuevas crisis que agravan la desigualdad de género.
Al conmemorar el Día Internacional del Aborto Seguro, hacemos un llamamiento a todos los Estados para que despenalicen plenamente el aborto, garanticen el derecho al aborto seguro y legal mediante un sistema de salud pública sólido y reforzado, adopten políticas y leyes progresistas que prioricen y defiendan el derecho a la autonomía corporal, y presten atención a las voces de lxs activistxs y defensorxs de los derechos humanos.
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1 Garantizar el acceso a los servicios de aborto a través de diversos enfoques, incluida la autogestión del aborto. Para más información ver https://www.who.int/health-topics/abortion#tab=tab_3
2 Oxfam 2023, El asalto de la austeridad, disponible en https://www.oxfam.org/en/research/assault-austerity
3 Anderson 2010, Bokhari et al. 2007, Dekker & Wilms 2010, Oglobin 2011, Palmer 2014, Pfutze 2014