El costo humano de los agrotóxicos / Fotografías
Está a la vista que a lo largo del tiempo y con el avance de la tecnología y la “civilización” hemos ido perdiendo la memoria de nuestra milenaria relación con la Naturaleza.
Cuesta creer que buena parte de los alimentos de nuestra mesa cotidiana sean creados en un laboratorio y fumigados con químicos altamente tóxicos.
Cuando supe de las cifras estremecedoras del costo humano, decidí de manera independiente salir a documentar el impacto que los agrotóxicos están causando en la salud de los trabajadores rurales. En el viaje recorrí 6.000 kilómetros -en dos oportunidades- por el Litoral y el Norte de la Argentina.
Según la red de médicos de pueblos fumigados con glifosato, el primer relevamiento dice que son 13,4 millones las personas afectadas. Casi la tercera parte de la población total.
En algunas poblaciones y en menos de una década los casos de cáncer en niños se triplicaron, crecieron un 400 por ciento los abortos espontáneos y las malformaciones en recién nacidos.
Pese a la contundencia de esa realidad, no hay información sistematizada a nivel oficial.
En 1996 Argentina acordó con Monsanto la comercialización de soja transgénica y el uso del glifosato en un trámite rápido, sin análisis científico ni evaluación de daños humanos.
Argentina se convirtió en un territorio de experimentación.
En 2012, ya son 21 millones las hectáreas sembradas con semillas transgénicas.
Esto representa el 60 por ciento de la superficie cultivable del país.
En el 2012, 370 millones de litros de agroquímicos fueron empleados en suelo argentino. El glifosato y el 2.4D, componente del Agente Naranja, son herbicidas de uso corriente en el país.
En junio de 2011, el glifosato fue incluído entre los Agentes de Contaminación Orgánica Persistente por la Convención de Estocolmo.
En Argentina no hay ninguna ley nacional regule el uso de herbicidas a pesar de que el glifosato está prohibido en 74 países.
En 2014 las ganancias de Monsanto rondaron los 16 mil millones de dólares.
Todo esto ocurre en medio del silencio cómplice de la mayoría de los medios periodísticos.
Como consecuencia directa hay pueblos originarios desplazados, tala a raudales de bosques nativos y contaminación ambiental.
Algunas fotografías de la Muestra:
Lucas Techeira tiene tres años y nació con Ictiosis, una afección que resquebraja la piel.
Su madre, Rosana Gaspar de 32 años, manipuló sin protección glifosato en su huerta durante el embarazo.
18-11-2014. Basavilbaso, provincia de Entre Ríos.
Fabián Tomasi trabajó durante años en tareas de carga y bombeo en una empresa de aplicación aérea con agroquímicos.
Fabián sufre polineuropatía tóxica severa y actualmente es tratado por atrofia muscular generalizada que lo obliga a estar postrado.
11-12-2014 Fracrán, San Vicente, provincia de Misiones- Argentina
Cuando Cándida Rodriguez dio a luz a Fabián Piris le diagnosticaron un año de vida.
Actualmente tiene ocho años y padece hidrocefalia y un retraso mental irreversible.
Durante el embarazo Candída manipuló Roundup junto a su marido en las plantaciones de tabaco.
La casa donde viven está ubicada a pocos metros de un aserradero donde se cura la madera con químicos altamente tóxicos.
Sólo en la zona de la ruta nacional 14 donde vive esta familia fueron detectadas 1.200 personas con labio leporino, hidrocefalia y otras discapacidades
que serían consecuencia de los venenos que se usan en las plantaciones de tabaco y yerba mate.
Lugar y dirección
Organizadores
Palais de Glace