APDH repudia el cambio de nombres de dos instituciones de formación policial
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), repudia la reciente instrucción dada por la ministra de Seguridad Nacional Patricia Bullrich al Jefe de la Policía Federal Argentina de denominar nuevamente “Coronel Ramón Lorenzo Falcón “ a la Escuela de Cadetes de dicha fuerza, que desde 2011 lleva el nombre de “Comisario General Juan Angel Pirker”, y la decisión de rebautizar con el nombre “Comisario General Alberto Villar” a la Escuela Federal de Suboficiales y Agentes, que también desde 2011, llevaba el nombre de “ Don Enrique O´Gorman ”.
Ramón L. Falcón, integró las fuerzas represivas responsables del exterminio de pueblos originarios en la tristemente llamada “Campaña del Desierto”, como Jefe de la Policía reprimió cruelmente la concentración de obreros del 1 de mayo de 1906, sometió brutalmente la recordada huelga de inquilinos en los conventillos porteños en 1907, colaboró en el cierre forzado del Congreso Nacional en 1908, y en 1909 dispuso otra sanguinaria represión a obreros que conmemoraban el primero de mayo en la Plaza Lorea, a metros del Congreso, causando la muerte de 11 de ellos y varias decenas de heridos, y extendió luego la represión a la protesta social.
Alberto Villar, jerarca policial y reconocido represor de trabajadores, huelguistas y militantes populares, a comienzos de la década del ¨70, ya como jefe de la Policía Federal fue parte de la Triple A, siniestra organización criminal paraestatal creada a mediados de la década del 70, que persiguió, secuestró, asesinó y desapareció a dirigentes y militantes, dando origen al terrorismo de Estado que asoló a nuestro pueblo por aquellos años.
El Estado debe construir una sociedad en la que todas sus agencias, y especialmente las instituciones responsables de formar y educar a sus cuadros, proclamen valores democráticos, el respeto a la vida y a los derechos humanos.
Los nombres de las personas con las que se designen esas instituciones deben haber contribuido a esa labor, proteger la vida, las libertades, los derechos y las garantías constitucionales de toda la ciudadanía.
Todo nombre contiene información y una historia. No constituye una mera referencia pasiva, sino la revelación de un universo ideológico. Su mención es una reivindicación.
El Estado no debe honrar victimarios.
La APDH rechaza enérgicamente la reimposición de dichos nombres y de toda otra que -como en estos casos- conlleven connotaciones contrarias a los valores democráticos, a la paz y a la concordia social, y que a la vez impliquen una exaltación del autoritarismo, la violencia estatal y una ofensa a toda la sociedad.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 3 de noviembre de 2025.
