La quema de pastizales en las islas frente a nuestra ciudad, y otras vecinas, ocasiona un daño irreparable. La evaluación del mismo es por si compleja, como toda problemática ambiental, sin embargo, nos animamos a denunciar la razón que se encuentra detrás del daño en sí.
El capitalismo más feroz, materializado en el desangramiento de nuestra tierra por todo tipo de extraxtivismo, ha convertido a los humedales en un territorio destinado a explotaciones agrícola-ganaderas, que colapsan con las condiciones ecológicas de ese medio.